Con el crecimiento de los servicios digitales y el aumento de amenazas online, proteger el acceso a sistemas y datos sensibles se ha vuelto más crucial que nunca. La autenticación de doble factor (2FA) se ha convertido en una de las medidas de seguridad más eficaces para reducir el riesgo de accesos no autorizados.
Este método, que combina dos pruebas distintas de identidad, va más allá de las contraseñas tradicionales y añade una capa de protección extra que resulta clave tanto en entornos personales como empresariales.
A lo largo de los últimos años, la implementación de 2FA se ha extendido desde los sistemas bancarios y corporativos hasta el uso cotidiano en plataformas como redes sociales, correo electrónico, aplicaciones de mensajería y servicios de almacenamiento en la nube. Esto responde a la cada vez mayor sofisticación de los ataques informáticos, como el phishing, el credential stuffing o los accesos remotos no autorizados.
En este artículo exploraremos qué es la autenticación de doble factor, cómo funciona, qué tipos existen y cómo implementarla de forma segura, especialmente en entornos de pagos online con soluciones como las de Checkout.com.
La autenticación de doble factor (2FA) es un método de seguridad que requiere que el usuario proporcione dos formas distintas de verificación para acceder a un sistema, servicio o cuenta. Estas dos formas de autenticación suelen clasificarse en tres categorías:
El principio básico es que, incluso si un hacker obtiene una de estas formas de verificación (por ejemplo, una contraseña), no podrá acceder sin la segunda prueba de identidad.
La implementación de 2FA se ha vuelto indispensable, especialmente en sectores regulados o sensibles, como los servicios financieros, la atención médica o el comercio electrónico. Plataformas como Google, Apple, Facebook y la mayor parte de bancos y entidades bancarias ya incluyen esta funcionalidad como parte de su proceso de inicio de sesión seguro.
El proceso de autenticación 2FA sigue, en general, los siguientes pasos:
Este enfoque reduce en un gran porcentaje el riesgo de accesos fraudulentos, ya que un hacker necesitaría acceso tanto a la contraseña como al segundo factor. Además, la mayoría de los sistemas 2FA modernos incorporan detección de dispositivos y análisis del comportamiento para añadir una capa adicional de verificación, sin comprometer la experiencia de usuario.
En la actualidad existen distintas formas de aplicar autenticación adicional. Aunque 2FA usa dos factores, muchas plataformas avanzan hacia MFA (autenticación de múltiples factores), que pueden combinar más de dos métodos. A continuación te contamos cuáles son los más comunes:
Los códigos de un solo uso suelen enviarse por SMS, correo electrónico o generarse en apps como Google Authenticator. Son válidos por un tiempo limitado (generalmente 30 segundos) y solo pueden utilizarse una vez. Aunque son fáciles de implementar, el envío por SMS puede ser vulnerable a ataques como el SIM swapping.
Cuando el usuario intenta acceder, recibe una notificación push en su móvil para aprobar o rechazar la solicitud. Es un método cómodo y seguro, utilizado por apps como Microsoft Authenticator, Duo Mobile o incluso servicios de banca móvil. Esta verificación suele estar vinculada al reconocimiento biométrico del dispositivo.
Dispositivos como llaves USB (ej. YubiKey) o tokens digitales proporcionan una autenticación muy sólida, especialmente en entornos corporativos. Estos dispositivos son muy seguros, ya que requieren presencia física y son usados por empresas que manejan datos críticos.
Factores biométricos como la huella dactilar, el escaneo facial o el reconocimiento de voz ofrecen autenticación basada en características únicas del usuario. Son cada vez más comunes en móviles, ordenadores y aplicaciones bancarias, ya que cuentan con la ventaja de no requerir que el usuario recuerde ningún dato adicional.
Aunque a veces se usan indistintamente, hay una diferencia clave entre 2FA y MFA:
En resumen, todo 2FA es MFA, pero no todo MFA es 2FA. MFA es un término más amplio que abarca 2FA y configuraciones aún más complejas. Algunas empresas están empezando a incorporar también elementos contextuales (como la ubicación geográfica o el comportamiento del usuario) como factores adicionales en sus sistemas MFA.
Implementar autenticación de doble factor ofrece numerosos beneficios, como ya has podido comprobar. Estos son algunos de los más importantes:
La implementación de 2FA dependerá del tipo de plataforma y usuarios de tu negocio. Aquí te dejamos una guía básica para integrarla correctamente teniendo esto en cuenta:
En entornos de pagos digitales y marketplaces, la seguridad es una prioridad crítica. Checkout.com ofrece soluciones avanzadas para integrar 2FA y MFA dentro de tu plataforma de pagos:
Tanto para empresas emergentes como para grandes corporaciones, implementar 2FA representa un paso fundamental hacia una cultura de ciberseguridad madura. Y con el apoyo de soluciones como las de Checkout.com, integrar esta protección adicional es más fácil, escalable y seguro que nunca. El futuro de la autenticación pasa por un equilibrio entre seguridad y usabilidad, y el doble factor es el estándar que lidera esa evolución.